miércoles, 7 de febrero de 2007

El día que la dignidad los derrotó


Menos mal que la historia la escriben los investigadores, que si no hubieran tenido éxito los panegiristas del 4F que, con retazos tomados al voleo, han elaborado metodológicamente una prolija leyenda gloriosa, cual Marcha de Mao, que fantasiosamente narra, al son de la diana Carabobo, como obedeciendo a un elaborado plan infalible, la "revolución chavista" ha ido desarrollándose de manera impecable y sin tropiezos desde la misma infancia de Chávez hasta nuestros días, incluyendo, por supuesto, el inexistente andamiaje filosófico contado a la amante de turno entre gallos y media noche, que amalgama el proceso ideológico chavista, que no es más que vulgar idolatría o culto a la personalidad o seguir a Chávez simplemente. Esta alucinada distorsión de la verdad ha desembocado en la fastuosa celebración de los 15 años de la vergonzosa derrota del irresponsable y desordenado, por no decir risible por lo poco profesional, ataque terrorista contra la Constitución, en la que un grupo de conspiradores obsesionados por el poder, traicionaron sus postulados militares, y cuya más célebre hazaña fue el bombardeo con morteros a la casa de doña Blanca de Pérez, una anciana solitaria que cuidaba a sus nietos infantes, previo transporte de paracaidistas en camiones, lo que constituyó el chiste del año, además de la rendición impecable del Héroe del Museo Militar, que fue bañado y entalcado por las manos peludas detrás del golpe, que hubieran cobrado de haber triunfado, para presentarlo en televisión con uniforme recién planchado, donde pronunció el "por ahora" más rentable de la historia de la humanidad, reproducido en una gigantografía adulante que presidía la farsa escenificada el pasado cuatro de febrero, cuyo significado es un desesperado deseo de conferirle algo de épica aunque sea simbólica, por eso la contradicción de la banda presidencial cruzando el uniforme militar, a aquella grotesca carnicería, que no tuvo el menor apoyo popular ni militar, porque, salvo algunos izquierdistas desahuciados, no tuvieron consigo ningún sector del pueblo llano ni de la sociedad civil organizada, y los soldados fueron llevados bajo engaño al matadero "a cumplir una misión", y que, si no fuera por los muertos inocentes, sería uno de los grandes sainetes de la historia burlesca de estos tierreros semi cultos. Así que tratar de conferirle blasón de dignidad a aquel desaguisado sangriento y torpe, y amalgamarlo con el supuesto inicio de "la unidad cívico militar de la nación", es una de las tantas desorbitancias con las que el régimen mediocre de Hugo Chávez pretende distraer la atención de su pésima gestión. Y no faltarán adulantes codiciosos, atraídos como moscas por el pegajoso olor del poderoso Don Dinero, dispuestos a declarar el 4F como fecha sustituta del 5 de Julio de 1811.
Pero sigamos el cuento tal cual fue, es y será

Una vez capturados por las fuerzas militares y civiles leales a la Constitución, y maniatados en el suelo, con el pie de sus vencedores en la nuca, los sediciosos fueron enjaulados en Yare por dos largos años, en los cuales se cayeron a trompadas por una que otra trapacería, hasta que el doctor en Ciencias Políticas y profesor de Derecho Constitucional de la UCV, Rafael Caldera, en ejercicio de sus prerrogativas como Presidente de la República, cargo al que accedió por haber justificado el alzamiento militar contra la democracia, confundió sobreseimiento con indulto y dejó libre a Chávez con sus derechos políticos intactos, y sin pagar ni una sola de las vidas inocentes que arrebató en su artero ataque a las instituciones democráticas, entre ellas la de una niña de tan solo nueve años que murió por el estallido del cerebro ocasionado por una bala de FAL golpista cuando atacaban Miraflores. Y sin que le cobraran ni un centavo, ni siquiera a plazos, del valioso equipo militar y civil destruido, ni las obras de arte de Miraflores perforadas a balazos en medio de la barbarie enceguecida, lo que constituyó una traición a la Constitución de 1961 vigente para entonces, pero algunos testigos de entonces como Iván Carratú sostienen que el indulto tuvo como motivación el lanzamiento de la candidatura de Chávez por Convergencia, pero Caldera se quedó como novia de pueblo: vestida y alborotada.
Presos los golpistas y presas de la estupidez los políticos

Mientras languidecían en Yare los golpistas para quienes Morales Bello había pedido la muerte en el Congreso, los políticos del establecimiento nada aprendieron y siguieron tan campantes y boludos como siempre, y el pueblo venezolano, fiel a su envidiable madurez política, había depositado su preferencia electoral en la brillante inteligencia de una Miss Venezuela de rotundas formas y belleza rubia espectacular a quien un encumbrado banquero enamorado había regalado un lujoso municipio, al que, como máxima obra de gobierno llenó de coquetos policías en shorts y patinetas. Al salir de la cárcel, Chávez comenzó a dar bandazos, hasta se rumorea que por tierras colombianas anduvo de lo más feliz e indocumentado, hasta que Luis Miquilena le puso el guante y lo convenció de la posibilidad de participar en las elecciones presidenciales, a lo que accedió luego de una larga disputa, en la que hasta armas salieron a relucir según me cuentan, con Bernal, Maduro y Diosdado que se oponían a ser demócratas. Por fin se pusieron de acuerdo, se creó el MVR para sustituir al golpista MBR-200, y candidato fue, y comenzó a recorrer al país en los aviones de Gustavo Cisneros y con los reales de Miguel Enrique Otero, pero no lograba levantar vuelo porque la miss catira les tenía la empalizada en el suelo a los venezolanos. Hasta que le llegó la tabla salvadora cuando los sesudos políticos de Copey decidieron apoyar públicamente a la miss y los afectos se trasladaron hacia Salas Römer, pero los gobernadores adecos, interpretando el augurio de los caracoles, le quitaron la llave del candado a su candidato Alfaro Ucero, líder de juventudes, que justificaba el lema ¡AD... juventú!, para apoyar al, para ese momento primer lugar en las encuestas, lo que lo llevó a ser destrozado por Alfredo Peña en una memorable anti entrevista en la que el periodista mutado en seguidor de Chávez por instrucciones de los Otero, lo acosó presentándolo como candidato de AD y Copei. Y ganó Chávez con su discurso ofensivo y malandroso, en el que ofrecía freír cabezas de adecos y refundar la república constituyente mediante, del brazo de la plutocracia caraqueña, de la clase media aduldolescente de talante dictatorial y de los medios de comunicación que satanizaron a los partidos políticos. Lo del pueblo fue después.
La gesta mitómana

Si algo hay que reconocerle a Chávez, o a quien competa, es su capacidad para aprovechar la carencia de memoria del pueblo y sembrarle historias, siguiendo aquella estupidez goebbeliana de que una mentira repetida se convierte en verdad, obviando informar que lo hace si una ametralladora o el hambre apunta tu cabeza. La primera de las mentiras de la gesta heroica tapa amarilla es que el 4F fue una revolución cuando fue un estrepitoso golpe vulgar fallido rodeado de más de un cuerpo cobarde. La segunda, que fue del pueblo, cuando éste estaba durmiendo a pierna suelta. La tercera, que aquel estropicio chambón que enlutó decenas de familias inocentes, fue un hecho glorioso que merece paradas militares para recordarlo, cuando en pura verdad verdadera se parece más al chiste del indio realista que al preguntarle el general Sotillo por qué prefería a los enemigos de la patria, le contestó: - "Porque ellos pelean bonito, general. Primer tiro, orilla e'monte. Segundo tiro, pata e'palo. Tercer tiro, ¡centro e'montaña!". ¡Púyalo que va en bajá. - ¿Pa'donde vamos? - ¡Sigue la raya amarilla! El poder omnipotente logrado por Chávez, al concentrar en sus manos todos los poderes públicos y todas las voluntades fanáticas, le ha hecho creer que puede reescribir la historia a su entera satisfacción personal, creyendo aquella ridiculez de que la historia la escriben los vencedores, cuando el portentoso presente que vivimos nos enseña que la historia la escriben los investigadores. El 4F fue una farsa tragicómica gestada desde las sombras por manos peludas de alto rango interesadas en defenestrar a Pérez, como de hecho lo fue dos años después acusado de corrupción por destinar 250 millones de dólares a la seguridad de la candidata demócrata de Nicaragua Violeta Chamorro, de lo que es testigo de primera línea Freddy Bernal, un policía adeco entrenado en Israel.
Pero la decencia no se cruzó de brazos

Como respuesta a esa bofetada a la institucionalidad democrática que significó la fiestón militar-cívico del 4F, el Comando Nacional de la Resistencia ha demandado ante la Fiscalía General de la Nación a Hugo Chávez y al alto mando militar por haber incurrido con esta fiesta depravada en "apología del delito", colocando al ente garante de la Constitución en un verdadero aprieto jurídico, porque si su lealtad al proceso lo lleva a desconocer esta demanda estará legitimando todos los golpes de Estado que se puedan producir en el futuro, mientras invoquen las mismas causas con las que justifica Chávez el suyo, y que las sigue sufriendo el pueblo, y agravadas, hoy en día. Pero debieron demandarlo también por "incitación a delinquir", porque arengó a los soldados a poner sus armas al servicio de una parcialidad política, lo que está expresamente prohibido en la actual y vigente Constitución, y, lo más grave, que haya complicado a la Fuerza Armada Nacional en esta celebración de un acto reprobable, por mucha revolución que haya excretado, porque además es sumamente peligroso por el mensaje de impunidad que emite al debilitar la conciencia democrática del ejército, sobre todo cuando una condecoración fue entronizada en homenaje a esa acción incivil. ¿La Orden 4F en su única clase premiará futuros golpes de estado? Nada me extraña ante tanta loquera.
¿Qué ganó el pueblo con el golpe mutado en revolución?

Tomando en cuenta que la verdad es la resultante de comparar el discurso oficial con la realidad, nos encontramos que luego de ocho años de haberse convertido en gobierno aquel golpe de Estado mediocre, Venezuela continúa sumida en la miseria, aunque una nueva oligarquía ostente sus riquezas mal habidas por los cauces de la macroeconomía que solamente deja caer migajas sobre el pueblo hambriento, mientras una estructura militarista represiva, bautizada como socialismo siglo XXI, se diseña para concentrar el poder en Hugo Chávez, derivado dictador por resignación de las funciones de la Asamblea Nacional, conculcar las libertades públicas so pretexto de la igualdad, colectivizar la propiedad privada, estatizar la economía y constreñir a nivel basal la libertad de expresión. Todo sustentado por la pobreza, porque sin pobreza no puede haber revolución.
Nuestra memoria para los inocentes asesinados por los golpistas el 4F

Para nosotros, los demócratas, sin importar el tiempo que Chávez se quede en el poder, el 4F será Día de Luto Nacional Activo, no sólo por las víctimas inocentes, sino también por lo que significó para nuestras libertades civiles. Nuestra memoria para, entre todos: civiles: Noelia Lorenzo Parada. Tenía 9 años de edad. Echarta Gaiska. Tenía 20 años y era estudiante de Ingeniería. Migdalia Antonia Delgado de Marquina. Hugo Orlando Villarte Mejías. José Enrique Ordaz, era escenógrafo de Arte TV. Agentes de la Disip: Gerson Gregorio Castañeda. Edicto Rafael Cermeño Joves. Jesús Rafael Oramas. Agentes policiales: Jesús Aponte Reina. José Aldana. Franklin Alexis Vega. Wilmer Díaz. Efectivos militares: Deivis Peña Juárez. Elio José Gamboa. Miguel Escalona Arriechi. Jesús Alberto González. Julio Peña Labrador. Jesús Santiago, capitán (Ej.). Fernando Cabrera, subteniente (Ej.). Pablo Linares, sargento técnico (Av.). Soldados (Ej.) Celso González. José Salas Ramírez. José Ramón Noguera. José Nieves. Jesús G. Rodríguez. Luis García. Guerra Montes de Oca. Hernández Herrera. César Castillo. Wilmer Molina.
El verdadero carácter de Hugo Chávez Frías

En su editorial del 5 de febrero de 2007, el diario El Nacional acota: "El caso del 4 de febrero es un ejemplo de cómo una asonada golpista llega a la capital como si fuera una tropa extranjera, con órdenes de disparar a quien se asomara a un balcón en los alrededores de Miraflores, a quien circulara por una calle aledaña a La Casona sin estar advertido de lo que sucedía. Rango aparte merece lo que ocurrió con la autopista a la altura de La Carlota, donde los golpistas dieron órdenes a los soldados de disparar a todo lo que se moviera por la vía, obviando una medida absolutamente convencional como era la de colocar obstáculos para advertir que el tránsito estaba prohibido por allí. No se hizo y se disparó a mansalva contra gente que iba a trabajar y que, como la gran mayoría del país, no estaba enterada del golpe militar. Algunos periodistas que circulábamos por la zona vimos cómo gente inocente era ametrallada como si fueran enemigos armados, y que a simple vista cualquier soldado podía ver que eran conductores que se dirigían a sus labores. Pero privó la orden militar de disparar". Ese es Hugo Chávez.

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